99. LAS FUENTES

Es un tópico decir que donde hay agua hay vida y que los pueblos se construyeron allí donde había agua. Pero desde que el agua va por cañerías se nos ha olvidado que los puntos más sagrados de un pueblo son las fuentes. Y así, tan solo unos años después de que se construyera en Anguciana la red de distribución de agua a las casas, la fuente central del pueblo desapareció para siempre cuando se hormigonaron las calles y se remodeló la plaza ahora llamada de D. Julián Cantera. Bueno, para siempre... no sé, porque según me ha contado Arturo Salazar, la fuente no fue demolida del todo y aún sigue ahí enterrada y en su sitio debajo del hormigón, por lo que...,  lo mismo algún día podría recuperarse.

De esa fuente central del pueblo ya he puesto en este blog todas las fotografías que han pasado por mis manos y seguiré poniendo si me llegan nuevas. Hace poco, alguien que está haciendo un estudio de las fuentes antiguas de los pueblos de La Rioja me pidió incluso permiso para utilizar la que saqué de nuestro archivo familiar

La segunda gran fuente del pueblo era la Fuente de la Torre, situada bajo la tapia del convento, en la parte exterior del camino y hacia la mitad del actual campo de fútbol. 


También desapareció una década después cuando se empezó a rellenar de escombros toda la zona inundable de detrás del frontón. De aquella fuente no tengo ni una sola foto ni de lejos,  y me encantaría poder encontrar alguna. Lo más que tengo es un par de fotos del año 1973 del momento en que desaparecía bajo los nuevos rellenos, una hecha desde las almenas del  castillo y otra a ras de tierra en que se ve al entonces concejal Joaquín Angulo dando órdenes a la pala que extendía los escombros y la piedra.



La fuente de la torre no era tan importante como la central del pueblo y según decía la gente con cierto desprecio, su agua provenía de una filtración del cauce, porque cuando se cortaba éste para limpiarlo, dejaba de manar. En todo caso era una fuente muy querida por todos los que jugábamos al frontón porque era allí donde primero íbamos a calmar la sed. Como la obra que acabó con ella fue un relleno, es posible que también sigan en sus sitio el murete y sus tres caños, por lo que en alguna remodelación de la zona deportiva se podría pensar en reconstruirla.

La tercera fuente del pueblo es un pequeño manantío de la Loma cercano a la ermita, razón por la cual se la conoce como la Fuente de la Virgen. Hice mención a ella y se la podía ver al fondo de la última foto del post titulado DEPORTES DE INVIERNO.

Hace unas semanas fui a verla y me la encontré encajonada entre unas vallas de mallazo y adelantada respecto al ribazo por donde nos tirábamos en trineo, ribazo que se ha vaciado completamente para convertirlo en solar.


También se veía por detrás de la fuente un pequeño depósito de hormigón que según me contó Jesús Mari fue construido en tiempos de la vaquería del malogrado Luisito Salazar. No sé qué planes hay de construcción en ese solar, pero es obvio que la restauración de la fuente y de su entorno debe formar parte de ellos.

El cuarto manantío del pueblo estaba hace años bastante lejos del casco urbano pero con la construcción de Oreca, prácticamente está ya a un paso del mismo. Me refiero, como muchos se habrán imaginado, a la famosa Fuente del Nudo que mana en una de las laderas del río Ea (o Lea, como dicen algunos). Como no hace mucho unas palas limpiaron el cauce del río pensamos que también habría desaparecido pero cuál no sería la sorpresa de Jesús Mari y la mía cuando vimos que algún anónimo acólito de tan sagrado lugar había reconstruido unos humildes peldaños para bajar hasta el pequeño tubito de la fuente y que junto a ella, se seguía con la costumbre de hacer un nudo con los juncos o hierbas después de beber su agua. Creo que está en término de Haro, pero eso no es disculpa para descuidarla. Mi más sincera felicitación por tanto a quien la ha rescatado del paso de las palas.



De la quinta y última fuente, la de la Rana, situada al final de la bodegas, poco o nada sé. No la recuerdo como un antiguo manantío y más tiendo a pensar que fue un pequeño hito que se puso allí en la época de alcaldía del Ché o Carjosán. En todo caso estaba muy bien como final de las bodegas y es una pena que ahora haya desaparecido completamente. Tan sólo un cabo de una tubería negra de la red anuncia su antigua posición y su carácter artificial .


He podido saber que el agua municipal escasea en Oreca durante el verano y que el futuro pasa por abastecernos de una red general de todo el valle del Oja. Se me ocurre pensar que si el primer desarrollismo se olvidó de las humildes fuentes que dieron vida al pueblo, no estaría nada mal que en esta segunda etapa de renovación del abastecimiento de aguas nos acordáramos un poco de ellas. Pues aunque dentro de poco vamos a poder beber aguas entubadas directamente desde el San Lorenzo, es injusto olvidar que Anguciana nació y vivió durante muchos siglos de las aguas de sus pequeñas fuentes. 

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Addenda de julio del 2011: De tiroleses por el pueblo me informan que, efectivamente, en el lugar de la fuente de la rana hubo un pequeño manantío procedente de la Loma y que esa fuente se llamaba de LA LEGAÑA.

También me cuentan que bajo el camino de Cihuri había otro manantío importante al que llamaban la fuente de Sojo porque debía de salir donde esta familia tenía alguna huerta. Tan importante era ese manantío, me dicen, que se le puso una bomba para subir agua al bloque de Urcullu cuando la vieja tubería a Oreca por el puente no daba suficiente caudal en verano.

Así mismo, por carta me dicen que me he dejado la fuente del Soto, la más importante en cantidad de agua de todas. Como yo la conocí después de la captación para el depósito me hubiera gustado saber cómo era antes de ello, y los mismos compañeros de tirolés me dijeron que el manantío estaba en la parte de abajo de las mesas pero que no recuerdan que tuviera caños ni construcción alguna.
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(6jn11)